viernes, 30 de mayo de 2008

Derechos humanos en la Iglesia



Cualquier mujer católica que ejerza el sacerdocio será excomulgada, así como quien la ordene.
Sorprende la firmeza de la noticia, sobretodo si se compara a los tratos bastante sutiles que por décadas gozaron pederastas, narcocuras y otros demás joyitas católicas del siglo XX.

La noticia me parece aberrante; como el gobierno de los Estados Unidos pidiendo el respeto a los derechos humanos mientras se publicaban las fotos de Abu-Ghraib, ¿En donde puede existir tan poca coherencia?

Queda claro que a Ratzinger no le tocará reformar la iglesia, ya ni siquiera la imagen que incluso los católicos tenemos al interior. Lo más curioso es que los fundamentos teológicos de la negación al sacerdocio femenino son anacrónicos, y vetustos; como un calzón de la reina Victoria en medio de una sex shop húngara.

Hay una necesidad de actualizarse, de leer el tiempo contemporáneo; desafortunadamente la clase que domina el Vaticano no deja de ser la sección geriátrica del catolicismo. En otras palabras nuestra cabeza religiosa es un grupo de viejitos poderosos y necios que en vez de estar disfrutando de un merecido retiro, les ha tocado dirigir esto que llamamos madre iglesia.
La Iglesia Católica es una organización cerrada, increiblemente jerárquica y poco democrática en su interior pero que al mismo tiempo dice defender los derechos humanos; claro, no incluyen la igualdad de género.
¿Qué fundamento teológico SERIO hace que ninguna mujer pueda ejercer el sacerdocio?

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