Es raro como de pronto se van las ganas de escribir. A veces tienes una necesidad increible por escribir historias u opiniones; las palabras salen de las manos a velocidad de la luz, anticipándose a tus propios pensamientos.
Otras veces lo contrario; hay tanto de que hablar pero las palabras no llegan. Las manos están inmóviles frente al teclado, con ese cursor que parpadea continuamente. Si, es incómodo. Pareciera que se burla con ese aparecer-desaparecer-aparecer rítmico y constante.
Sin ninguna idea previa publico este conjunto bizarro de foto-reseña.
(aparece-desaparece-aparece-desaparece.... bling bling bling bling...)
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