sábado, 19 de julio de 2008

El Partido de la Felicidad

.


En China hay un templo llamado de la "Eterna sabiduría", en el capitolio cubano un enorme y casi interminable salón "de los pasos perdidos"...
Me resultan curiosos y extraños estos nombres que no necesariamente representan una realidad, más bien metaforizan algún concepto relacionado -y de pasada les facilitan el trabajo a los promotores turísticos con esos nombres tan poéticos e idílicos-.

En Turquía existe un "Partido de la Felicidad". Una agrupación política de centro derecha e islamista, con todo lo cáustico que esto significa en un estado donde el debate del laicismo es a muerte y sangre. Creo bastante lejos de la posibilidad de "ser feliz"...

Llama la atención el nombre por lo que invita a pensar:

¿Quiénes votan al partido de la felicidad?

¿Los deprimidos? ¿Los que sueñan? ¿Los infelices?
¿Las compañías farmaceuticas productoras de valium y xanax?
¿Los recién casados? ¿Los deshauciados? ¿Los kurdos (infelices)?

Pasé varios minutos inmóbil -realmente inmobil, en la baba-, imaginando desde la sede del partido en Ankara hasta el discurso de victoria de algún alcalde recién electo (muy feliz, obviamente); mis estúpidas fantasías se detuvieron cuando recordé que en 2006 voté por el PRD -partido de la revolución democrática-; que no resulta ser ni revolucionario, ni democrático (recordando el desmadrito de las últimas elecciones internas), y como la política es universal, y los políticos igual de lacras en todas partes -ojo, en Europa y las otras democracias LA LEY es la que controla las cochinadas, pero el espíritu humano es la misma base ovunque- asumo entonces que el caso turco es la misma gatas patas pa'rriba de la eterna historia del poder.

Sin embargo me gusta pensar en la idea del "Partido de la felicidad"; no solo por lo bien que suena, sino por incluir esa palabrita: FE-LI-CI-DAD, que no ha dejado de obsesionarnos como humanidad, secula seculorum.

Orhan Pamuk, también turco, escribió en Kars:

"Cuando uno es feliz nunca sabe que lo es. Años después decidí que había sido feliz de niño; en realidad no lo era. Pero tampoco era tan desgraciado como en los años que siguieron. Cuando era niño no me interesaba la felicidad..."

Aquí el link (advierto que entrar NO garantiza felicidad ): http://www.sp.org.tr/

No hay comentarios: