domingo, 19 de octubre de 2008

World Press Photo en el Franz Mayer

Estaba emocionado; pocas veces he visto exposiciones así de fuertes pero al mismo tiempo sencillas de abordar; sin pretensiones o mamonerías. Fotoperiodismo total, simple y demasiado bien hecho; no es la visión del mundo, es el mundo en sí mismo -como un cuento de Borges donde lo que hay detrás es el infinito de las opiniones y cuestionamientos, un punto donde se bifurcan exponencialmente las ideas-.
Lo mejor de la exposición es su variedad; si bien hay temas base como la guerra, el medio ambiente, el deporte, cada obra aborda una realidad distinta.
En la edición de 2005 me impactaron las imágenes de la guerra en Irak y las del atentado en Beslán. De esta edición a quien más recordaré es a Lorena Ros, con su serie fotográfica de “Survivors”, que aborda el tema del Abuso sexual.
Seis fotografías: tres retratos y tres imágenes de lugares vacíos, aparentemente sin interés. A cada retrato le corresponde un lugar, y a cada par una historia.
Tres casos de adultos que vivieron el abuso infantil y hoy cuentan su historia, esperando contribuir a que otros les sigan. Tres retratos seguidos del lugar donde sufrieron la violencia sexual.
Ahí esta Irene, con su pinta andrógina, sonrisa sutil y veintidós años detrás, sentada sobre una cama mientras nos observa atentamente, como platicando su historia; historia que no es denuncia, ni llanto, ni queja, solo recuerdo indeleble, involuntario y sórdido, que ahora comparte. A su lado, la imagen del piso donde sufrió desde pequeña los abusos de su padre y solo hasta mucho después, se animó a denunciar. Apartamento tan normal, tan clasemediero, tan barcelonés, tan universal.
Y ahí están uno con el otro: víctima inocente y lugar del delito; la suma de ambos resulta un punto donde vienen ideas, pensamientos y dudas. Un hipnotizador que provoca un trance breve pero intenso. Un cuerpo que no tiene conciencia –está en Barcelona, platicando con Irene-.
Extraña experiencia catárquica - tal vez morbosa- pero real e infinitamente profunda y enriquecedora; no podía empeorar, al salir disfruté del día, de un expresso con grano chiapaneco, y del atrio más bonito que mis ojos han visto, todo en el Franz Mayer.



Aquí las fotos, derechos y felicitaciones a Lorena Ros: www.lorenaros.com
Aparece Irene y el departamento donde comenzó, desde niña, a ser víctima del abuso sexual.






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